UN LIDER Transformador
Las personas no renuncian a sus puestos o responsabilidades, renuncian a los malos jefes A/D
El liderazgo es la capacidad de convertir una meta en realidad, pero las metas de un líder se consiguen con las personas y a través de las personas.
El ambiente laboral es el lugar donde las personas pasaran mas tiempo durante sus vidas. Es por ello que este debe ser lo mas potable posible para poder conseguir un aumento sostenible de la productividad.
La productividad es la combinación de dos habilidades: las soft skills y hard skills. Las habilidades blandas, sin lugar a dudas, son las que hacen que las cosas sucedan. Las emociones son las que hacen que tomemos decisiones más asertivas. Es por esto que se debe procurar cultivar buenas relaciones con los colaboradores y crear un ambiente laboral donde se sienta que lo más importante son su gente. ¡Estas son los agentes de cambio!
Según un estudio realizado por Compu-trabajo, el 43% de las personas ha renunciado a un trabajo por malos líderes, es la principal razón para dejar un empleo, incluso por encima incluso del sueldo o salario devengado.
El liderazgo quizás no puedes distinguirlo del todo, pero lo conoces cuando lo ve en acción. Es la acción de un líder que finalmente nos dice de que está hecho. No basta hablar, es necesario actuar en coherencia con lo que pensamos y decimos. Es la acción de un líder que podría ayudar a convertir la mediocridad en excelencia. Los líderes son los principales responsables de delimitar el ambiente laboral en cual los colaboradores interactuar en la organización. Además, un buen líder puede a cambiar para bien a un colaborador inseguro o sin rumbo claro. Por eso, el liderazgo es la habilidad que ayuda a las organizaciones a hacer posible lo que muchos ven como imposible. La visión da sentido de dirección pero el ejemplo arrastra.
Las mejores empresas del mundo son las que tienen el mejor ambiente laboral, Google es una de ellas. Google tiene una especie de parque de visión en sus instalaciones, cuando los colaboradores llegan allí, sienten que no están llegando a trabar, llegan a divertirse. ¡Esa debe ser la misión de un líder, en su lugar de trabajo! Crear un ambiente donde los colaboradores deseen estar siempre.
Los códigos de comunicación neurolingüísticas que utiliza un líder, determina como las personas lo perciben y como impacta en la productividad del equipo.
Un jefe que solo reclama y no reconoce, su vida útil es corta y, por ende, las vidas de sus colaboradores en la empresa donde se ejercen funciones.
De acuerdo con Gallup, el 70% del compromiso en el trabajo depende de las acciones de los jefes.
La creación de la Gerencia de Gestión de la Felicidad, como un apéndice de Recursos Humanos (Gestión del Talento Humano), se hace impostergable. Los factores de productividad, efectividad, ausentismo y creatividad, están estrechamente ligados a como el ambiente laboral y las acciones del liderazgo se llevan a cabo.
¿Qué hacer para convertirte jefes en líderes que transforman?
· Fomenta la comunicación asertiva en todo el equipo
· Escucha colectivamente y actúa individualmente. Asegúrate de conocer a todos los colaboradores. Conoce bien a tu colaborador de manera particular, así podrás entender sus necesidades y aplicar los mejores métodos para satisfacerlas.
· Reconoce en publico y corrige en privado. ¡Te cuidado con humillar a tu colaborador!
· No tomes nada a personal.
· Crea espacios de distracción fuera del lugar de trabajo, donde participen todos. ¡Diviértete con ellos!
· Cuida tus palabras, estas pueden arruinar o salvar tu empresa.
· Trabaja siempre en ser mejor que persona que mejor profesional. En la medida que eres mejor persona, te conviertes en mejor profesional. ¡Seguro!
Finalmente, ser humano es dejar de pensar como un caníbal y pensar que las otras personas tienen sentimientos igual que tú.
¡Nos vemos en el próximo nivel!
Victor Familia: LinkedIn:VictorFamilia Email: [email protected]
Mentor de emprendedores, coach de negocios y coach de vida.
Autor best seller. Consultor. Conferenciante transformacional.
